Antes de comenzar la historia creo que es necesario aclarar que esta tiene varias versiones en distintas ciudades de Nicaragua e incluso en distintos países. Algunas de las versiones se sitúan en un tiempo un tanto más actuales del año 2000 para acá, pero creo que la que les voy a contar es la más conocida por los Nicaragüenses o si no la que más eco ha hecho.
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Esta historia se sitúa en la Managua de los años 70 en la más célebre discoteca de todo el territorio nacional : "El Lobo Jack". En dicha disco se celebraban las fiestas más grandes e importantes de Managua. Una noche de Viernes Santo como de costumbre se realizó una gran fiesta a la que asistieron muchos capitalinos, incluyendo una muchacha conocida que frecuentaba mucho la discoteca, ésta llegó en compañía de sus amigos, pasaban las horas y todos disfrutaban del ambiente y el exquisito lic0r que se servía, pero de repente en las afueras de la discoteca se estacionó un vehículo muy lujoso, pero muy extraño, del vehículo salió un joven que llamó la atención de todos, tanto los que estaban afuera como los que estaban adentro de la discoteca.
Las personas que estaban en ese momento describen a este joven como alguien apuesto, alto y muy elegante, tanto así que al final terminó agradando a todos, incluso llegó a agradar tanto a los dueños que lo invitaron a degustar con ellos lo vin0s más finos y exclusivos del bar.
Desde que entró le llamó la atención la muchacha que les comenté y acercándose la medianoche se animó a hablarle a la joven y amablemente pedirle que le concediera una pieza de baile, esta sin dudarlo accedió y fue algo muy impresionante, el baile de ambos era impecable, parecían profesionales, todos los que estaban en la disco se maravillaron al verlo, creo que hasta una rueda les debieron haber hecho, pero no sabían lo que esperaba.
Luego de unas cuantas canciones por algún extraño motivo el sujeto le pidió a la joven que viera sus pies. Al verlos un grit0 ensordecedor y p3rturb4d0r invadió el lugar. En ese momento el escenario fue invadido de grit0s y d3s3sper4ción al presenciar aquella figura ab0min4bl3. Quienes estuvieron en el acto testifican que el joven tenía p4t4s como de m4ch0cabrí0 y que el rostro era un rostro ab3rr4nt3 como salido del mismísimo 1nfi3rn0.
Fue necesaria la ayuda de agentes policiales para controlar a todala multitud y rescatar a la muchacha que yacía inconsciente en el escenario. Después de eso buscaron el vehículo, pero nunca dieron con el. El único, rastro que dejó este sujeto fue un fuerte olor a azufre. Al día siguiente por la mañana tomaron la declaración de la muchacha y esta confirmó la descripción del terrible ser. Pero la historia de esta muchacha no termina aquí, fuertes p3s4dill4s la at0rm3ntab4n día y noche.
En su mente quedó impregnada la imagen de aquella cri4tur4, lo que la hacía actuar de una manera tan descontrolada que fue necesario internarla en un hospital ps1quiátr1c0. Luego de esto la reputación de la discoteca fue c4y3ndo tanto al punto de cerrarle las puertas al público.
Redacción Central
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